Papa Francisco publicará Exhortación Apostólica sobre la santidad en el mundo contemporáneo

"Gaudete et Exsultate" es el nombre de la tercera Exhortación Apostólica del obispo de Roma, que será presentada en conferencia de prensa el próximo 09 de abril. 

La sala de prensa del Vaticano anunció hoy en su Boletín cotidiano, la presentación de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco sobre la santidad en el mundo contemporáneo. 

Eudistas Minuto de Dios los invita a recordar el tema de la santidad en el magisterio del Papa Francisco, especialmente en la Audiencia general del pasado 19 de noviembre de 2014:
"Ante todo debemos tener bien presente que la santidad no es algo que nos procuramos nosotros, que obtenemos con nuestras cualidades y capacidades. La santidad es un don, es el don que nos da el Señor Jesús, cuando nos toma para sí y nos reviste de sí mismo, nos hace como Él. En la Carta a los Efesios, el apóstol Pablo afirma que «Cristo amó a su Iglesia: Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla» (Ef 5, 25-26). Aquí está, verdaderamente la santidad es el rostro más bello de la Iglesia, el rostro más bello: es un redescubrirse en comunión con Dios, en la plenitud de su vida y de su amor. Se comprende, entonces, que la santidad no es una prerrogativa sólo de algunos: la santidad es un don ofrecido a todos, ninguno excluido, por lo cual constituye el carácter distintivo de todo cristiano." 
También afirmó que la santidad es algo a lo que todos estamos llamados, como también nos lo ha bía recordado san Juan Eudes. Dice el Papa: 
"Todo esto nos hace comprender que, para ser santos, no hay que ser forzosamente obispos, sacerdotes o religiosos: no, todos estamos llamados a ser santos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada sólo para quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicarse exclusivamente a la oración. Pero no es así. Alguno piensa que la santidad es cerrar los ojos y poner cara de santito. ¡No! No es esto la santidad. La santidad es algo más grande, más profundo que nos da Dios. Es más, estamos llamados a ser santos precisamente viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio cristiano en las ocupaciones de cada día. Y cada uno en las condiciones y en el estado de vida en el que se encuentra. ¿Tú eres consagrado, eres consagrada? Sé santo viviendo con alegría tu entrega y tu ministerio. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un bautizado no casado? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo y ofreciendo el tiempo al servicio de los hermanos. «Pero, padre, yo trabajo en una fábrica; yo trabajo como contable, siempre con los números, y allí no se puede ser santo...». —«Sí, se puede. Allí donde trabajas, tú puedes ser santo. Dios te da la gracia para llegar a ser santo. Dios se comunica contigo». Siempre, en todo lugar se puede llegar a ser santo, es decir, podemos abrirnos a esta gracia que actúa dentro de nosotros y nos conduce a la santidad." 

 Desde el siglo XVII san Juan Eudes tenía claro que la santidad es una obligación para los cristianos:
"Es importante saber que no solo los religiosos, sino todos los cristianos, de cualquier estado y condición, están obligados, como miembros de Jesucristo, a vivir la vida santa de su Cabeza y a realizar cristianamente todas sus acciones, grandes y pequeñas. ¿Qué significa hacerlas cristianamente? Significa hacerlas en Jesucristo y por Jesucristo, en su Espíritu, con sus disposiciones santas y divinas" (O.C. I, 440) 
En esta presentación de la Exhortación Apostólica intervendrán: Monseñor Angelo De Donatis, vicario general de Su Santidad para la Diócesis de Roma, Gianni Valente, periodista y Paola Bignardi, de Acción Católica.

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